Nuestra historia empresarial se construye desde el sueño de una historia familiar y personal, en la que comprendí el valor de un hijo y el impacto que esta experiencia causa en mi vida, me genera la confianza necesaria para comenzar un sueño empresarial y de esta manera realizarme integralmente, y también soñar con las posibilidades de aprendizaje y las emociones de las que mi hijo también disfrutaría.

Con el nacimiento de Dushi me doy cuenta que puedo concebir relaciones tan fuertes y tan comprometidas como las que se tiene con un hijo, y esto me convence de que la receta de la plenitud y el éxito empresarial también radica en el amor.

Es mucho más fácil trabajar todas las facetas de mi vida desde la coherencia que existe en ellas, para así disfrutar la dificultad como un proceso de aprendizaje y comprender con mayor claridad, y cada vez más a todas las personas que hacen posible que Dushi llegue a las mesas y honre la buena alimentación de tantas familias.